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La Gran Ocultadora, así firmaba Frida Kahlo algunas cartas, revelando unaintrincada relación consigo misma y con el mundo. Frida construyó a Frida bajoel estigma de vivir ocupando inmerecidamente el lugar de su hermano muerto.Y Frida pintora construyó su obra bajo una peculiar (y tal vez fingida) modalidaddel síndrome del impostor. También tuvo que ocultar algunos aspectos de suvida de mujer para no ser rechazada por la sociedad machista de la época.Marie Córdoba, que vivió tres años en México y es traductora al francés de autorescomo Elena Poniatowska, nos desvela en este libro claves esenciales de unamujer que ha alcanzado la categoría de mito sin que muchos lleguen a conocerla.¡Que viva Frida! le devuelve a Frida su identidad real como mujer y como pintora.Ilustradas con luminosa creatividad por Juan DÆAtri, las 42 obras de Frida Kahloaquí reproducidas actualizan el universo cromático de la gran artista, revitalizandosu valentía y su lirismo original.