Nuestro universo es inabarcable. Frente a su inmensidad, que pueblan millones de galaxias cada una con millones de estrellas, nuestro planeta aparece insignificante, "una mota de polvo Pero hay una dimensión que importa mucho más que el tamaño, y esa dimensión es la consciencia. ¿Dónde se focaliza en el cosmos la dimensión interior o subjetiva? Lo hace al menos en un planeta, la Tierra, espacio hogareño (oikós) en el que se ha desarrollado la evolución de la vida, de toda la que conocemos, pero no hay razón para suponer que este hogar sea el único. La expectativa y el empeño de dar con otros oikoi responden a una necesidad humana muy profunda, la de romper nuestra soledad de especie. La gran crisis actual agudiza nuestra sensación de extravío y soledad. Este ensayo recoge este sentir difuso y quiere sugerir maneras de mirar distintas susceptibles de facilitar la captación de puntos de luz en la oscuridad.